Queridas Ancestras:
Están cada una de ustedes en mis rezos, hoy enciendo una luz por su vida; agradezco su destino y el hilo con el cual lo forjaron. Miro con belleza sus decisiones.
Y abrazo mis propias decisiones. Sin buscar su complacencia o su enojo. Sin santificarlas ni rechazarlas.
Hoy las tomo en su justa medida.
Respiro sus historias como fortaleza que me permita andar. Y camino mi propio camino.
Queridas mujeres, que mi vida sea una espiral sagrada que les de espacio y honra con cada sí que doy a la alegría, luz y verdad.
(desconocido)