miércoles, 21 de mayo de 2014

Proyecto...

Este blog o proyecto terminó hace una semana ya que culmino la carrera de Psicología y por 3 años se compartió material que se fue requiriendo a lo largo de la misma mas literaturas extras que igual sirven de apoyo para todo estudiante de psicología que por cierto ayer fue nuestro día en México.

Pues bien después de perder el material en este blog 2 veces por causas técnicas ajenas y volviendo a tenerlo en línea como ahorita, este proyecto continuara al menos 2 años mas ya que inicio de inmediato Maestría en Tanatología y a lo largo de estos veremos que nuevos materiales llegan aquí desde la próxima semana.

 Esperando que otros estudiantes logren cumplir sus metas.


Animo!!!

viernes, 9 de mayo de 2014

SER MAMÁ

"SER MAMÁ"

Estábamos sentados a la hora del almuerzo cuando mi hija casualmente mencionó que ella y su marido estaban pensando en “formar una familia”.
- Estamos haciendo una encuesta – bromeó – ¿Crees tú que debería tener un bebé?...
- Te va a cambiar la vida – dije yo, manteniendo un tono neutral.

- Ya sé – dijo ella, – no más dormir el fin de semana, no más vacaciones espontáneas – pero no era a eso a lo que yo me refería.

Miré a mi hija, tratando de decidir qué decirle.

Quería contarle que las heridas físicas de tener un bebé sanarían, pero convertirse en madre le dejaría una herida emocional tan grande que la haría para siempre vulnerable…
Quería decirle que nunca más leería el diario sin preguntar: y si ese hubiera sido MI hijo?”.
Que cada caída de avión, cada casa que se incendia, cada accidente de tránsito la van a perseguir.
Que cuando vea una foto de un niño hambriento, se preguntará si no hay nada peor en la vida que ver a tu propio hijo morir.

Miré sus manos con manicure y su perfecto traje de dos piezas y pensé que sin importar cuan sofisticada es ella, convertirse en madre la reducirá al nivel más primitivo donde lo más importante es proteger a su crío. Que el llamado urgente de “mamá!!!” le hará quebrar su fuente de cristal más fino sin siquiera dudarlo. Me gustaría advertirle que sin importar cuantos años ha invertido en su carrera, serán descarrilados por la maternidad.

Podrá contratar una nana, pero algún día tendrá que ir a una importante reunión y recordará el dulce olor de su bebé.

Tendrá que endurecer su corazón para no volver corriendo a casa, solo para asegurarse de que está bien.

Quería decirle a mi hija que las decisiones comunes de cada día ya no serán rutina.

Que la decisión de un niño de 5 años de ir al baño de varones en Mac Donald’s en vez de el de mujeres será un problema gigante.

Allí, en medio de las bandejas y los gritos de otros niños, los asuntos de independencia e identidad de género chocarán contra la idea de un pedófilo esperando en ese baño de varones.

Cualquier decisión que tome en la oficina, la repensará constantemente como madre. Mirando a mi atractiva hija, le quería asegurar que eventualmente perderá los kilitos de más del embarazo, pero nunca más se sentirá igual consigo misma.

Que su vida, ahora tan importante, pasará a segundo plano una vez que su bebé haya nacido.

Ahora que ella daría su vida en un momento por salvar a su bebé, también comenzará a pedir por más años de vida, no para cumplir sus sueños, sino para ver los de sus hijos cumplidos.

Quería decirle que la cicatriz de la cesárea y las estrías se convertirían en sus medallas de honor.

La relación de mi hija y su marido cambiará, pero no de la manera que ella piensa. Ojalá ella entendiera cuánto más se puede amar a un hombre que es cuidadoso para poner talco a su bebé o que siempre tiene tiempo para jugar con él.

Quiero que sepa que se volverá a enamorar de su marido por razones que ahora encontraría muy poco románticas.


 Quisiera que ella pudiera sentir el lazo que tendrá con otras mujeres que han tratado de detener guerras, acabar con los prejuicios y no manejar bajo los efectos del alcohol.


 Quiero describirle a mi hija la felicidad que se siente al ver a tu hijo aprender a andar en bicicleta.


 Quiero capturar para ella la risita divertida de un bebé cuando toca por primera vez el pelaje de un perrito o de un gato.


 Quiero traspasarle esa alegría.

- Nunca te arrepentirás – dije finalmente.

La mirada interrogante de mi hija me hizo notar lágrimas en mis ojos.

Me acerqué a ella, apreté sus manos y le deseé lo mejor, ya que había recibido el más maravilloso de los llamados…

(ANONIMO)

domingo, 4 de mayo de 2014

Padres Protectores

Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: 

-"¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".
-"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "
-" Si."-respondió.
-"¿Dónde trabaja tu padre? "
-"Mi padre hace trabajos de herrería."
 

El director pidió al joven que le mostrara sus manos. 

 El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
 

-"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? "
 

-"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
 

El director dijo:

-"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta.
Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.

Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.

Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"

El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller"
-"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.

El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".

Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres.

Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven.

Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas."